Así fue la fuga de uno de los delincuentes más buscados de Bucaramanga

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Sin hacer un solo disparo, a plena luz del día y en un concurrido centro médico de Cañaveral, se registró ayer en la mañana la fuga de Óscar Camargo Ríos, alias ‘Pichi’, uno de los cinco delincuentes más buscados por la Policía en el área metropolitana, quien había sido capturado el pasado 19 de octubre en el municipio de Floridablanca.

‘Pichi’, de 29 años, es señalado por las autoridades de controlar el 70% del negocio del microtráfico en el Norte de Bucaramanga, por lo que se encontraba recluido en la Cárcel de Mediana Seguridad de Palogordo, en Girón, por el delito de fabricación, tráfico y porte de estupefacientes.

De acuerdo con la Policía, antes de su captura, alias ‘Pichi’ tenía el control de al menos 10 expendios clandestinos de droga en el barrio San Rafael, en el Norte de Bucaramanga.

Tras el cerco que la Policía y la Fiscalía le tendieron, ‘Pichi’ huyó a Venezuela, donde se radicó por varios años, por lo que la Interpol le expidió circular de búsqueda. Finalmente, el pasado 19 de octubre, luego de cuatro años de estar siguiéndole los pasos, el Gaula de la Policía logró capturarlo en Cañaveral.

Cuando parecía que la ‘carrera criminal’ de este curtido delincuente había llegado a su fin, al estar detenido en Palogordo, ‘Pichi’ aprovechó que asistía a una cita médica y se fugó.

El escape

A las 7:30 de la mañana de ayer, Óscar Camargo Ríos, alias ‘Pichi’, fue trasladado en una patrulla del Inpec desde la Cárcel de Palogordo, hasta un centro clínico en el sector de Cañaveral, con el fin de que asistiera a una cita médica que tenía programada.

El recorrido transcurrió con normalidad, y la patrulla llegó al centro médico sobre las 8:50 de la mañana. Al reo lo bajaron del vehículo debidamente esposado y escoltado por dos guardianes del Inpec.

Luego de registrarse en la entrada, a alias ‘Pichi’ lo subieron al segundo piso, donde tenía la cita, y antes de ingresar a la consulta, lo sentaron en la sala de espera.

De acuerdo con las autoridades, a las 9:00 de la mañana, el delincuente aprovechó el momento en el que uno de los guardianes le quitó las esposas para la revisión médica, salió corriendo, abrió una ventana y por allí se lanzó, ante la mirada atónita de los testigos.

Apenas cayó en el primer piso, ‘Pichi’ se reincorporó y empezó a correr hacia la autopista, donde lo esperaba un hombre en una motocicleta DT-125 color negra.

Según los testigos, el prófugo se quitó el buzo que llevaba puesto y quedó en una camisilla blanca, luego se subió en la moto y huyó junto con su cómplice hacia el sector de Lagos, donde le perdieron la pista.

Transcurrieron exactamente 33 segundos desde que ‘Pichi’ saltó por la ventana, para que un guardia del Inpec saliera de la clínica para perseguirlo. Pese a la reacción, el delincuente logró huir con rumbo desconocido.

Apenas se conoció de la fuga de alias ‘Pichi’, la Policía desplegó un gigantesco operativo en el área metropolitana, para recapturarlo. A la búsqueda se sumaron el Gaula, la Sijín, el Grupo de Operaciones Especiales, el Inpec y el helicóptero de la Policía.

Experto en fugas

El 23 de diciembre de 2011, alias ‘Pichi’ logró evadir un gigantesco operativo en el que fueron capturados 22 de los miembros de su organización delincuencial.

La operación fue adelantada por más de 100 hombres de la Policía, que allanaron los expendios de ‘Pichi’ en el barrio San Rafael.

Cuando los uniformados llegaron a la casa del delincuente, este logró huir por unos túneles que había acondicionado para evadir el cerco policial.

Tras su fuga, ‘Pichi’ se estableció en Venezuela y desde allí mantenía el control y el mando de los más de 10 expendios clandestinos que tenía en los barrios San Rafael, El Pinar, Chapinero y Comuneros, en el Norte de Bucaramanga, donde comercializaban marihuana, bazuco, cocaína y drogas sintéticas.

Los investigadores establecieron que para el año 2013, el prófugo viajó nuevamente a Colombia y se radicó en la ciudad de Barranquilla. Desde allí, viajaba periódicamente a Bucaramanga para supervisar sus ilícitas actividades, las cuales, según la Policía, le generaban ganancias superiores a los $400 millones mensuales.

Fuente: http://www.vanguardia.com/

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