Un equipo antiexplosivos del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía se encargó de liderar un operativo en el que se descartó la amenaza de bomba, debido la presencia de un paquete sospechoso que fue abandonado frente a la oficina de correspondencia del Inpec.
Según las versiones preliminares, las dos cajas provenían del municipio de Jamundí, Valle del Cauca y tendrían como destino las oficinas de Policía Judicial al interior del instituto. Después de detonar dos cargas controladas y descartar la presencia de explosivos, los efectivos del CTI procedieron a la apertura de los paquetes.
Un guarda de seguridad fue el primero en dar aviso a las autoridades, luego de que su perro Cooper se sentara junto a las cajas, señal que significa positivo para explosivos. El canino dio positivo en dos ocasiones y según el funcionario un segundo un perro también dio positivo y por lo tanto él procedió a solicitar apoyo.
Sin embargo, dentro de los paquetes no fueron encontrados ningún tipo de explosivos.
¿Qué contenían los paquetes?
En el interior de las cajas se encontraban decenas de celulares antiguos envueltos en plásticos y cinta adhesiva de uso oficial, la cual marcaba los aparatos como evidencia, también se encontraron algunos documentos.
Los elementos fueron puestos bajo cadena de custodia y harán parte de la investigación correspondiente por parte de las autoridades por el posible delito de terrorismo.