Fuente: Artículo Revista Semana – Desde el pasado 9 de marzo se instaló la Mesa de Negociación del Sector Público, espacio de dialogo tradicional entre el Gobierno Nacional y los empleados que de él dependen.
La mesa de negociación está conformada por representantes de las organizaciones sindicales, por un lado, y en representación del Gobierno nacional los ministerios del Trabajo y de Hacienda y Crédito Público, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y Función Pública (DAFP).
Sin embargo, este viernes 17 de marzo se presentó un hecho que molestó a algunos de los sindicatos que hacen parte de dicha mesa, pues el viceministro de Trabajo, Edwin Palma, se levantó de la misma, debido a unos cuestionamientos que le fueron hechos.
Una fuente conocida por SEMANA que estaba en la reunión y prefiere mantener su nombre bajo reserva explicó que en la mesa se deben tener en cuenta cada una de las solicitudes que hizo cada organización sindical, se sientan a analizar las condiciones laborales de los trabajadores del sector público.
“Esto es un contexto de diálogo social que está reglamentado en el que los trabajadores negocian con los gobiernos las mejoras en las condiciones laborales. El conflicto está en que de las ocho organizaciones sindicales, tres son tradicionales (CUT, CGT y CNT), pero surgieron otras cinco”, dijo.
Sin embargo, denunció que el Gobierno nacional ha limitado el diálogo social, la construcción de las reformas laboral y pensional, únicamente a esas tres organizaciones sindicales, desconociendo a las demás. Entonces durante la instalación de esa mesa de negociación, uno de los primeros reclamos fue que no se escucharon todas las voces para construir la reforma.
Después de eso se cuestionaba el origen de la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, y el viceministro, porque ellos fueron directivos durante toda su vida de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), y “evidentemente tienen un sesgo frente a su comportamiento de la manera en la que actúan en esos espacios de diálogos social”.
“Consideramos que no es parcial y que el señor no es objetivo en el proceso de diálogo, por lo que la balanza está inclinada hacia su organización y hay un conflicto de intereses. Cuando se le reclamó eso, se levantó de la mesa, y ese es un principio básico de esos espacios”, contó la fuente a SEMANA..
El hecho ocurrió en el Hotel Tequendama, en el centro de Bogotá. Normalmente, las reuniones se están realizando allí o en la sede de Función Pública.
“Lo que se está reclamando es que no hay parcialidad, hay un conflicto de intereses y el señor no puede representar a una organización sindical y al Gobierno al mismo tiempo, precisamente porque en eso consiste la concertación, en que son dos partes diferentes que se unen para llegar a un acuerdo. Pero sencillamente se retiró y se supone que estamos en un Gobierno que dialoga, no en uno que se retira y silencia a las otras organizaciones, que discrimina”, dijo la fuente.
“La reforma la han construido unos pocos que son amigos del Gobierno porque no les interesa tener otros contradictores. Y ahora estamos con el tema de la negociación y la reforma laboral, y ellos se levantan y se van”, puntualizó.
Algunos de los temas relacionados por las organizaciones sindicales en sus pliegos, plantean puntos sobre la relación entre empleados y entidades públicas, garantías sindicales, bienestar social, capacitaciones y ajuste salarial, entre otros.
Cuando se instaló la mesa, el gobierno dijo que “para Función Pública, y el Gobierno Nacional, el bienestar de los empleados públicos es una prioridad, pues son el corazón de las administraciones públicas, y son el eje transformador para la consolidación de la Paz Total y de hacer a Colombia potencia mundial de la vida”.