El encendido oficial lo hará el director general del Instituto, brigadier general Jorge Luis Ramírez Aragón, en un acto al que están invitadas autoridades locales y medios de comunicación.
La meta es “minimizar las llamadas extorsivas” desde este centro carcelario que ha sido catalogado por la Policía como uno de los más que incide en este delito. De hecho, la misma dirección del Inpec junto a la Policía, ha liderado varios operativos para despojar a los internos de los aparatos, y ha encontrado, además, libretas con listado telefónicos manuscritos u hojas arrancadas de directorios telefónicos con números resaltados, con las cifras de dinero cobradas a las víctimas de la extorsión.
El Inpec, a través de comunicado de prensa, informó que en el evento los medios “podrán probar el sistema de bloqueadores y conocer con especialistas todas las características del sistema de inhibición de señal, que busca evitar las llamadas desde los centros carcelarios”.
Lo que dicen los vecinos. Ante el anuncio, un equipo periodístico de EL HERALDO recorrió calles aledañas al penal y habló con los vecinos, especialmente comerciantes, sobre los efectos del sistema en el exterior.
Un tendero, las dueñas de dos ventas de minutos, la propietaria de una refresquería, tres residentes en una casa vecina, confirmaron que desde hace unos ocho días tienen problemas de comunicación.
“Es tan grave que en estos días intenté comunicarme con la Policía del Cuadrante porque vi a alguien sospechoso, pero no me salió la llamada, ¡imagínese!”, comentó el dueño de un negocio que también realiza actividades comunitarias pero que “por seguridad” pidió la reserva de su nombre. “Esto nos está causando problemas también con los teléfonos fijos y con el internet”, añadió.
Así mismo se pronunciaron miembros del sindicato del Inpec señalando que si bien no están en contra del dispositivo, creen que no fue previsto que también quedarían bloqueados los celulares del personal de guardia y del área administrativa. De hecho, según la organización, ya se han registrado inconvenientes en la coordinación de las remisiones de internos a diferentes sitios por la dificultad para comunicarse con los funcionarios en el penal para efectos, por ejemplo, de recogerlos y traerlos de vuelta.
Fuente: El Heraldo
