Temen que sea cierta la oferta mafiosa de la guerrilla para matar uniformados

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“Imagínense que están pagando un millón de pesos por cabeza de soldado, bachiller, regular, lo que sea, en Cali. Por ahí tiraron unos volantes informando eso, ese es el miedo”, dice una de las comunicaciones en las que miembros de la Fuerza Pública advierten entre sus compañeros de las amenazas. Las conversaciones están siendo analizadas por miembros de inteligencia militar.


En Cauca están circulando panfletos con más amenazas a los uniformados: “Las milicias urbanas del sexto frente de las Farc- EP, tienen la obligación de atacar con explosivos, tatucos artesanales, motos y coches bombas. Por eso insistimos no vamos a responder por civiles muertos en nuestra operación en el Norte de Cauca”.

Agrega: “Con nuestros 300 milicianos que se encuentran en el casco urbano y con las milicias rurales que son alrededor de 100. Esta operación tiene un presupuesto de 450 millones, por lo que vamos a cobrarle (sic) impuesto de guerra a los grandes narcotraficantes y testaferros de estos municipios”.

De acuerdo con fuentes de inteligencia, estas amenazas no han sido adjudicadas propiamente a un grupo guerrillero, pero sí están siendo estudiadas, pues muchas de las tropas y sus familias están preocupadas por el recrudecimiento del conflicto.

Incluso el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, llamó esta semana a soldados y policías a estar alerta ante las amenazas de un jefe de las FARC de incrementar los ataques a los miembros de la fuerza pública, aunque estén fuera de servicio o en compañía de sus familias.

«Hacerle un llamado a cada soldado, a cada policía, que estando en servicio o no: esté alerta», señaló Villegas en una declaración a periodistas en respuesta a una entrevista que dio en La Habana el comandante guerrillero Luis Eliécer Rueda Vernaza, alias ‘Matías Aldecoa’.

«Las Farc, a través de un señor ‘Aldecoa’, ha decidido perseguirnos a cada uno de nosotros, soldados y policías de Colombia. Estemos armados o no, o en servicio o no», dijo el ministro. Villegas señaló también que las amenazas de las Farc demuestran «la actitud sicarial y mafiosa» de ese grupo guerrillero.

Aunque las declaraciones de ‘Aldecoa’ fueron rectificadas pocas horas después en otra aparición ante medios, lo cierto es que en Colombia hubo medidas inmediatas. Por ejemplo, la Policía y el Inpec dispusieron personal de inteligencia para verificar el cumplimiento de las órdenes de detención domiciliaria con la que han sido beneficiados algunos guerrilleros.

“A todos los guerrilleros que están con brazalete electrónico les están pasando revista física; eso empezó desde la semana pasada, cuando se rumoró sobre la concurrencia de un posible atentado en Bogotá. La hipótesis que se está estudiando es que estas personas que ya tienen proceso serían las que están siendo usadas para efectuar estas acciones criminales, pues nadie sospecharía de ellas y no es un secreto que no existe efectividad en el control del brazalete electrónico”, relató una fuente de la Policía.

LAS CIFRAS

Desde el pasado 22 mayo, cuando finalizaron un alto el fuego unilateral e indefinido, las Farc han desatado una ofensiva contra las Fuerzas Armadas y de Policía. Según Carlos Eduardo Valdés, director de Medicina Legal, a raíz del recrudecimiento de los actos terroristas ha aumentado el número de miembros de las Fuerzas Armadas asesinados, ya que a corte de mayo se han contabilizado 110.

«De enero a mayo tenemos que han muerto 110 miembros de la Fuerza Pública, de ellos 109 hombres y una mujer. La causa de la muerte de manera predominante, en 85 de los casos, es por arma de fuego, le siguen 18 con artefacto explosivo y en menor caso armas cortopunzantes y minas antipersona», explicó.

Valdés indicó que Cauca es el departamento que ha sufrido más acciones violentas, seguido de Norte de Santander, Caquetá, Valle del Cauca, Antioquia, Meta y Nariño.

EN RIESGO LA CREDIBILIDAD DEL PROCESO DE PAZ

Frente al panorama del posible estancamiento de las negociaciones y del aumento de la violencia del conflicto interno, la posibilidad más viable para frenar o evitar que esto suceda sería que en la mesa de conversaciones se llegue prontamente a un acuerdo del cese definitivo del fuego.

Para los analistas del conflicto, los últimos hechos de violencia están afectando el apoyo del país al proceso de paz. “Lo complicado de todo lo que ha venido pasando es que todos estos ataques enrarecen el ambiente, donde los tiros y las bombas pueden venir de cualquier parte. Por un lado pueden ser enemigos del proceso de paz, quienes buscan boicotear e inculpar a las FARC y se vuelve complicado entender de dónde vienen las actividades criminales”, dice el analista político Ernesto Borda.

Agrega: “Comprobar esa denuncia de ponerle precio a la cabeza de los miembros de la Fuerza Pública, sería llegar al mayor estado de la criminalidad. Si las Farc, o el grupo disidente que esté en contra del proceso, están haciendo esto, sería ir en contra de la propuesta de paz”.

Advierte Borda: “Pienso que las Farc iniciaron una espiral de violencia y deben regresar en la declaración unilateral del cese al fuego; hecha esa declaración, el Gobierno podría ofrecer no realizar bombardeos, como ya lo hizo”.

La misma opinión la tiene el coronel (r) y profesor de la Universidad de la Sábana Carlos Alfonso Velásquez: “El desescalamiento es una medida urgente para que el proceso no pierda credibilidad, ya la gente no entiende que se esté hablando de paz en medio de la guerra. Se pueden hacer acuerdos parciales y progresivos; por ejemplo: la guerrilla se puede comprometer a no hacer atentados que afecten a la población civil y el Gobierno podría volver a suspender los bombardeos; si esto funciona el siguiente paso sería que la guerrilla suspenda cualquier acción armada y así hasta llegar al cese bilateral, lo cual devolvería la confianza en el proceso”.

Los dos analistas coinciden en que las últimas acciones de guerra buscan generar zozobra y demostrar que así como tienen capacidad para afectar la infraestructura en las zonas rurales del país, también tienen la facultad de causar daño en las ciudades, como lo que pasó esta semana en Bogotá.

REGIONES EN RIESGO POR VIOLENCIA DEL CONFLICTO

De acuerdo con un informe del Cerac (Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto), las acciones de los grupos armados se han concentrado en los departamentos y zonas donde históricamente las Farc han ejercido presencia violenta: Cauca, Nariño, Putumayo (en la frontera con el Ecuador), la alta montaña de la Cordillera Oriental, el sur de Cundinamarca hasta el Huila, el sur y norte del Caquetá (especialmente en El Caguán), el piedemonte de Casanare y su frontera con Boyacá, Arauca y su frontera con Vichada, la frontera de los departamentos de Chocó y Risaralda, el Urabá chocoano, el bajo Cauca antioqueño y el sur de Córdoba.

Este contenido ha sido publicado originalmente en Vanguardia.com en la siguiente dirección: http://www.vanguardia.com/colombia/318098-temen-que-sea-cierta-la-oferta-mafiosa-de-la-guerrilla-para-matar-uniformados.

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