El general Jorge Luis Ramírez, director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, manifestó este jueves que en los 15 meses que lleva al frente de esa institución no tenía información sobre descuartizamiento de personas en la cárcel La Modelo de Bogotá. Lea también: Investigan descuartizamiento de más de cien personas en la cárcel La Modelo.
«Llevo quince meses al frente del Inpec y no tenía información sobre descuartizamiento de personas», aseguró el general Ramírez, quien explicó que una comisión especial de la Fiscalía lo visitó hace tres meses en el marco de la investigación.
Los funcionarios estaban buscando todos los archivos de las personas que cumplían como directores, subdirectores, personal de guardia y custodia en la época de los hechos, además de revisar los antecedentes que se tienen de libros y minutas.
«Para esa época (entre 1999 y 2001) en los establecimientos no existía el control. En el tiempo que llevo como Director del Instituto no hemos encontrado armas al interior de los establecimientos, sé que en esa época sí se encontraron», dijo el directivo del Inpec.
El oficial reconoció que para la época de los hechos «habían casos de internos que se fugaban y no se daban cuenta».
El Director del Inpec indicó que la investigación del ente acusador debe ir hasta las últimas consecuencias para esclarecer realmente qué fue lo que sucedió.
En el marco de la investigación que se adelanta por la violación y tortura a la periodista Jineth Bedoya, la Fiscalía General de la Nación señaló que investigan más de 100 casos de presunta desaparición de personas dentro de la cárcel La Modelo, de Bogotá, sin descartar que en otras ciudades se hayan presentado estos casos.
El anuncio fue hecho por la fiscal Caterina Heyck Puyana, directora de Articulación de Fiscalías Nacionales Especializadas, quien aseguró que las personas fueron desaparecidas en la cárcel La Modelo en Bogotá entre los años 1999 y 2001.
«Desde finales del año pasado se iniciaron las investigaciones por graves violaciones a los derechos humanos por desaparición y descuartizamiento de varias personas, entre ellos reclusos, visitantes y personas ajenas al penal, cuyos restos fueron arrojados por la red de alcantarillado», indicó Hayck.
Dijo que en el año 2000, cuando la periodista de El Tiempo, Jineth Bedoya, fue abusada, tortura y secuestrada en el penal, ella se encontraba adelantando investigaciones sobre estos horrores ocurridos en el penal.
Fuente: El País – Cali