Hay en promedio 18.000 mujeres detenidas en cárceles de todo el país y 79 de ellas tiene a niños menores de tres años en el interior de los penales y son ellas quienes cuentan lo duro que criar un niño entre rejas.
“Cuando tuvimos nuestros niños no lograron acceder a oportunidades como estas… por ejemplo en vacaciones los niños debieron salir por obligación y se nos secó la leche”.
Para hacer la vida más sencilla de las madres y feliz a los niños, el Ministerio de Justicia y el Inpec, entregaron en Bogotá la primera parte de un proyecto nacional: las salas de lactancia.
“Este tipo de transformaciones ayudan a un tratamiento diferenciado para mejorar la situación de las mujeres y de los niños que permanecen en los centros reclusión, es una gran iniciativa del Ministerio de Justicia que ahora se hace realidad”, dijo el viceministro Carlos Medina.
El ministro de Salud, Alejandro Gaviria aseguró que los niños son la prioridad, que el compromiso del Gobierno es garantizar un sano crecimiento, en otras palabras que aún en la cárcel son lo más importante.
“El país tomó la decisión de priorizar a los niño y tener la primera sala de lactancia en una cárcel de Bogotá es hecho simbólico y muy importante”.
Las madres, incluso extranjeras, que recibieron a sus hijos tras las rejas, celebraron la nueva propuesta hecha realidad.
“Es una gran oportunidad para las madres que son lactantes, de cuidar la leche y mandarla a la casa… yo no alcancé a disfrutarlo”, dijo una madre, proveniente de República Dominicana y detenida por tráfico de drogas.
Otras, que quedaron embarazadas mientras pagaban sus condenas, aunque felices con las salas de lactancia, esperan estar fuera cuando nazcan los niños.
“Espero salir antes de que nazca el bebé… Ya tengo dos hijos y la experiencia de dejarlos solos, no quiero repetirla”.
Las que ya tienen experiencia reconocen que lo más duro es despedirse de los niños en el mismo momento que les celebran los tres años de edad.
“El desprendimiento es muy duro pero nosotras ya prácticamente tratamos de asimilarlo y prepararnos para el día que nos toca”.
Las salas de lactancia también son custodiadas por guardianes del Inpecque ahora hacen de profesoras.
“Ellos, los niños ya hacen parte de nosotras, de nuestra familia, del diario vivir de nosotros”.
El diseño y elaboración de las salas de lactancia recibieron apoyo de la empresa privada, esta vez de la Fundación Éxito y su director, Germán Jaramillo, aseguró que podrían extender se a otras ciudades.
Fuente: Caracol Radio
