Jesús Correa recordó con tristeza que él y sus compañeros de celda no podían usar los servicios sanitarios después de las 10:00 p.m., porque los baños no prestaban más el servicio y se convertían en dormitorios.
Por esto, los reclusos se valían de su recursividad para satisfacer sus necesidades fisiológicas: botellas, bolsas o cualquier envase era usado ante la necesidad que apremiaba.
Aunque infortunadamente el hacinamiento no es un asunto nuevo en las cárceles, la problemática sigue siendo más que actual a propósito de que ayer se celebró el Día de los Derechos Humanos.
Rodrigo Ardila Vargas, personero de Medellín, señaló que la cárcel de Bellavista tiene capacidad para 2.424 internos y son más de 6.000 los reclusos. Allí el hacinamiento es del 160 por ciento.
Esta realidad que no es nueva, ni exclusiva de Medellín, también la viven los internos de la cárcel del Pedregal.
Allí, un patio para hombres tiene capacidad para 1.129 presos y llega a albergar unas 2.000 personas con un 95 por ciento de acumulación.
De igual forma, en El Pedregal existen unas celdas primarias que son dispuestas para internos de paso. En estos espacios la capacidad es de 140 y actualmente son más de 600 los individuos. “Se ocupan las canchas y aquellos sitios que no son aptos para la reclusión. Los sitios son más indignos porque se convive con plagas y chinches”, aseveró el Personero.
Además, en el sitio en el que los sindicados deben permanecer poco tiempo, mientras se define su situación jurídica, duran cinco o seis meses en las cárceles de paso.
De acuerdo con el Inpec, la regional noroeste que comprende los departamentos de Antioquia y Choco tiene 16.519 internos y el hacinamiento es del 94,3 por ciento.
Falta salud
Si las personas que gozan de su libertad tienen problemas para acceder a los servicios de salud, por la crisis que enfrenta el sector, los internos viven su propio drama al interior de la prisión “porque la salud en la Bellavista y Pedregal está en cuidados intensivos”, lamentó el personero de Medellín.
En los centros carcelarios faltan médicos y medicamentos. “La familia no puede entrar una simple pastilla y Caprecom no la da”, dijo Correa.
Imelda López Solórzano, directora regional noroeste del Inpec, aseveró igualmente que otro de los problemas que sufren los presos es la falta de atención por profesionales de la salud especializados como oncólogos. Los problemas de salud están visibles en Bellavista y El Pedregal.
Caprecom es la encargada de la salud de los internos, ellos contrataron con una IPS. Pero, Caprecom no tiene una red para prestar el servicio de oncología. “Son 78 cirugías pendientes y 2.240 autorizaciones pendientes por atención de consulta externa y especialista, cifra con corte a la semana pasada”, reveló la directora regional del Inpec.
Es de anotar que la mayoría de los presos forman parte del régimen subsidiado y son pocos los que están afiliados al régimen contributivo.
Señaló que a pesar de la sentencia de la Corte Constitucional que ordena buscar alternativas ante la difícil situación carcelaria, faltan recursos y más centros penitenciarios para ubicar a los presos .
Fuente: El Colombiano – Medellín
