El ministro de Justicia y del Derecho, Yesid Reyes Alvarado, la ministra de Comercio, Cecilia Álvarez-Correa, y el director del Inpec, brigadier general Jorge Luis Ramírez Aragón, se reunieron para consolidar acciones que impulsen el emprendimiento y empresarismo en los centros de reclusión.
Con dicha iniciativa se busca invitar a empresarios para que les ofrezcan segundas oportunidades a las personas privadas de la libertad.
La meta es pasar de 78 convenios que hay suscritos actualmente entre diferentes empresas y el Inpec, a 120 en 2018, de tal forma que se incremente el número de internos vinculados a las actividades laborales. Hoy el número potencial de internos para trabajar en los centros de reclusión es de 78.000, que corresponde a los reclusos que ya cumplen una condena. Actualmente hay 43.157 de ellos trabajando.
“Queremos fortalecer el trabajo en la cárcel ofreciéndoles a los internos herramientas para que se reintegren a la vida en sociedad, algo que evita la reincidencia en el delito. Y ahora creamos Casa Libertad, un centro para pospenados en el que estamos vinculando empresarios que quieran ayudar a quienes han cumplido su pena. Manejamos un 12% de empleabilidad, que no es malo”, indicó el titular de la cartera de Justicia, quien añadió que también se está avanzando en el tema del teletrabajo inicialmente en los centros de reclusión de Tunja, Buen Pastor y San Andrés.
Por su parte, la ministra Álvarez-Correa se mostró interesada en fortalecer la Marca Libera Colombia, del Inpec, que comercializa los productos elaborados por los internos. El año anterior en las tres ferias nacionales realizadas en Bogotá, las ventas de esta marca fueron de $16’088.000.
Los empresarios pueden vincularse bajo tres modalidades de trabajo, para la producción de bienes con mano de obra de la población reclusa:
1. Administración Directa: El Inpec pone a disposición de los internos los recursos productivos del Estado, necesarios para el desarrollo de actividades con carácter empresarial y controla directamente el desarrollo económico y social de las mismas. En el sistema penitenciario colombiano son de tres tipos.
– Comercial (expendios, raciones de campaña, salones de belleza)
– Industrial (panaderías, asaderos, arepas, obleas, lácteos, purificadoras de agua, hielos y helados, confecciones, lencería, hilos y tejidos, ebanistería, artesanías en madera, muebles lineales y pupitres, gaviones, plan ambiental- reciclaje, lavanderías, elementos de aseo, artesanías, latonería, pintura y metalistería).
– Agropecuaria (cultivos de ciclo corto o largo, especies mayores y menores).
– Teletrabajo.
2. Vinculación de empresas particulares: En los bienes producidos por vinculación de particulares, el establecimiento únicamente cede el espacio físico y controla la vinculación de mano de obra de los internos y el cumplimiento de las obligaciones por parte del particular, pero todo el proceso productivo y específicamente la calidad de los productos se enmarca en los rangos definidos por la empresa particular.
3. Trabajo independiente: El Inpec por medio de los equipos de trabajo de Atención y Tratamiento, gestiona con entidades como el Sena la capacitación para la producción con calidad, pues los bienes producidos bajo esta modalidad así como su valoración son de propiedad y criterio de cada interno.
Gracias a la Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano, línea con la que por medio del convenio con el Sena, el Inpec ofrece cursos técnicos, los internos pueden obtener el título de operarios, auxiliares, técnicos o tecnólogos.
Las cifras de 2014 hablan de 307 tecnólogos, 3.250 técnicos, 1.668 auxiliares, 1.042 operarios y 19.105 complementarios, para un total de 25.732 titulados. Y en 2015 esta cifra fue de 14.827: 111 tecnólogos, 1.737 técnicos, 346 auxiliares, 786 operarios y 11.847 complementarios.
Fuente: Minjusticia