A Rigoberto Granobles no le gusta mentirles a los clientes que todos los días se acercan a su puesto de dulces y minutos de celular, ubicado frente a la cárcel El Bosque, en el suroccidente de la ciudad.
El comerciante les cuenta, cuando le piden uno de los dos teléfonos que maneja en su negocio, que lo más seguro es que no se puedan comunicar por culpa de los aisladores de señal que hace 8 meses fueron instalados en el centro penitenciario con el fin de reducir la extorsión desde ese lugar.
Susana Granobles, su esposa, asegura que convivir con la cárcel siempre ha traído consecuencias negativas para los vecinos, pero el sistema de bloqueo que el Ministerio de Justicia instaló dentro del centro carcelario como parte de la estrategia contra la extorsión, sin duda ha agudizado más la situación. La mujer, que ayuda a su esposo en el negocio, sostuvo que en el barrio no vale ni la pena tener un plan de Internet, porque el sistema lo deja fuera de funcionamiento cada vez que es activado.
“He sido testigo de que vecinos han preferido pedirles a los operadores la interrupción del servicio con tal de no seguir pagando por algo que no pueden utilizar permanentemente. Es absurdo que en El Bosque, con todo y sus problemas, ahora toque vivir de espaldas a las comunicaciones”, agregó Granobles.
Indignada, Rosa Cabarcas, otra habitante de El Bosque, enfatizó en lo contraproducente que resulta no poder comunicarse en momentos de emergencia, como cuando se enferma un familiar y se necesita de los servicios de una ambulancia, o cuando se necesitan hacer llamadas para coordinar trabajos, entre un sinnúmero de situaciones de la vida más.
Ayer nada más, mientras el alcalde Alejandro Char visitaba el barrio por el acto de inicio de las obras de recuperación del parque contiguo a la Cárcel El Bosque, varios vecinos no se aguantaron las ganas de preguntarle al mandatario sobre el posible traslado de ese centro de reclusión fuera del perímetro urbano.
Ante eso, Char aprovechó para reafirmar su intención de trasladar el centro carcelario y colocarlo en un lugar donde se le puedan ofrecer mejores condiciones a los internos y al mismo tiempo librar a la comunidad de las incomodidades.
“Es un proceso que se da poco a poco, pues ya hemos estado hablando con el Ministro de Justicia. Yo insisto: no es mover por mover sino darles mejores condiciones al recluso y al mismo tiempo devolverle a una comunidad un espacio que se puede utilizar en espacio público y zonas verdes”, sostuvo el alcalde.
Sobre la problemática, un interno que salía a disfrutar de un permiso de 72 horas de libertad, pero que no quiso revelar su identidad, le dijo a EL TIEMPO que el sistema de bloqueo ha dado resultados, aunque afectando a la comunidad.
Fuente: El Tiempo
